Durante el viaje
El pasado verano, toda la familia, decidimos viajar por la provincia de Salamanca durante unos 10 días y así conocer una parte de la geografía española que todavía no conocíamos.
Partiendo desde Lérida, y con muchas horas de viaje por delante, llegamos a la conclusión que la mejor opción era viajar de noche para estar bien temprano en el destino y alojarnos a primera hora y así aprovechar más el día.
Esto me hizo reflexionar y pensé que como los niños iban a ir durmiendo durante el viaje, si hacía alguna parada tampoco se iban a enterar y quizás podría aprovechar para hacer alguna foto nocturna.
¡Pues dicho y hecho! Nos pusimos en marcha alrededor de las 12 de la noche rumbo a Salamanca pasando por Madrid. Esto me permitió que alrededor de las 4 de la mañana pude hacer una parada a la altura de Brihuega aprovechando que la lavanda estaba en plena floración.
Así lo hicimos, me salí de la autovía y nos pusimos a buscar a oscuras entre los campos de lavanda alguno que se adaptara a la fotografía que yo quería tomar. Después de probar en un par de posiciones me decidí por este encuadre que te enseño a continuación.
Después de haber realizado una de esas fotos que llevaba mucho tiempo deseando hacer, continuamos nuestro viaje hacia Salamanca pero decidimos modificar un poco el itinerario para visitar otro lugar al que le tenia ganas.
Siguiente parada, Ávila, para fotografiar las fantásticas murallas que rodean la ciudad al amanecer. Un lugar que no conocíamos, pero que gracias a Google Maps me permitió encontrar el punto exacto para realizar la foto que yo quería.
El viaje se dio perfecto y llegamos al lugar justo antes del amanecer. Esto me permitió probar algunos encuadres antes de decidirme por el que te enseño a continuación. Desde luego tuve mucha suerte en conseguir ese fantástico cielo que tuvimos durante la salida del sol.
Fantástico!!! No habíamos llegado al destino de nuestro viaje y ya había realizado un par de fotografías por las que ya merecía la pena realizar el viaje. Nos subimos de nuevo al coche y nos dirigimos al pequeño pueblo donde nos íbamos a alojar durante la primera parte del viaje.
El alojamiento
Cómo la intención era recorrer gran parte de la provincia de Salamanca, decidimos dividir el viaje en dos partes para facilitar la movilidad y evitar realizar gran cantidad de kilómetros. El primer alojamiento lo decidimos realizar en una casa rural situada en un pequeño pueblo llamado Las Casas de Abad.
En realidad este pueblo pertenece a la provincia de Ávila y está muy próximo a la Sierra de Gredos, pero por su ubicación nos permitía visitar la zona sur y centro de Salamanca de forma rápida. Otro factor que nos hizo seleccionar esta ubicación para montar el campamento base, es la búsqueda de tranquilidad y la proximidad de la naturaleza huyendo de los tumultos en las ciudades.
Al llegar al pueblo, conocimos a Javier y a su madre que nos enseñaron la casa rural y nos permitieron que nos alojáramos durante la mañana. Para la hora de comer ya estábamos perfectamente instalados y nos facilitó el poder descansar un rato después de comer.
Los alrededores de la casa
Como ya he dicho antes, solemos darle mucha importancia a la zona donde nos vamos a alojar ya que buscamos lugares muy tranquilos y que nos ofrezcan poder disfrutar de la naturaleza e interactuar con los vecinos de estos pequeños pueblos.
En este caso, Las Casas del Abad ofrece un entorno envidiable teniendo a un paso zonas de bosque, de rio, de llanuras… Todo a un solo paso del pueblo y con un aspecto formidable y bien cuidado. Estas son algunas fotografías realizadas por esa zona.
Las noches en zonas rurales
Las noches son otro aspecto que influyen en la decisión de seleccionar la ubicación para el alojamiento. Apartarnos de las ciudades y adentrarnos en zonas rurales, hace que si queremos practicar fotografía nocturna o astrofotografía tengamos a nuestra disposición unos cielos limpios de contaminación lumínica.
Durante la planificación del viaje, siempre me gusta mirar las fases lunares que vamos a tener durante esos días, y si veo posibilidades de tener luna nueva o fases muy cercanas, no desperdicio la oportunidad de realizar alguna foto por la noche aprovechándome de eso.
Por otro lado, también jugó a mi favor que durante muchos días tuvimos los cielos completamente despejados con lo que las noches se convertían en un auténtico espectáculo.
Aquí podéis ver una fotografía del centro galáctico, pero donde realmente lo pase genial fue fotografiando estas figuras en una localidad cercana llamada el Torno, aunque perteneciente a la provincia de Cáceres.
Lugares de interés
Desde luego la zona sur de Salamanca ofrece lugares fantásticos para fotografiar donde se puede disfrutar realmente con gran variedad de paisajes diferentes.
Te puedes perder por los fantásticos pueblos, conocer a sus gentes y tradiciones, probar su gastronomía y caminar entre los bosques y ríos que ofrecen grandes posibilidades para la fotografía.
Entre los pueblos que recomiendo visitar están La Alberca, Candelario, Mogarraz, Bejar, Ciudad Rodrigo, Miranda del Castañar, San Martín del Castañar, Sequeros o Garcibuey. Y otro lugar que no debería faltar en tu galería si visitas esta zona es el Meandro del Melero.
Cambio de ubicación
Después de pasar la primera semana alojados en la increíble Casa Rural «El Loboratorio» en las Casas del Abad, cambiamos de ubicación y nos desplazamos a una localidad llamada Aldealengua que estaba muy próxima a la ciudad de Salamanca.
En este caso no era un pueblo tan pequeño, pero nos ofrecía también mucha tranquilidad y su proximidad con Salamanca nos permitía desplazarnos de forma rápida al centro para realizar visitas a los museos, monumentos y también para realizar algunas fotos que tenía planificadas durante la hora azul.
Pasear por la Plaza Mayor de Salamanca, visitar la catedral o andar por la universidad es como viajar a otra época. Es una ciudad muy bonita, muy cuidada y con un patrimonio espectacular. Tuvimos que utilizar 2 días para poder disfrutar de todo lo que nos ofrecía esta fantástica ciudad.
Atardecer en Salamanca
Como ya he comentado antes, tenía planificadas un par de fotos en hora azul en un lugar muy próximo al puente de Enrique Estevan, en la orilla que baña el río Tormes a su paso por Salamanca. Son dos fotos en las que aparece el puente, el río y la catedral iluminada en el fondo.
Una de ellas si que muestra la hora azul pero en la otra, al final me decidí por realizar una toma más nocturna. Desde luego, con cualquiera de las dos podemos disfrutar de unas magníficas vistas de la ciudad.
Si estáis alojados en Salamanca o en algún lugar próximo, también es muy recomendable visitar las localidades de Alba de Tormes y Ledesma.
Vuelta a casa
Llegaba el final del viaje y debíamos volver a casa. Esta vez decidimos viajar durante el día disfrutando del recorrido y modificando el itinerario para poder realizar una parada en Almazan, Soria. Si algún día tienes la oportunidad de pasar por ahí, no dejes de visitar el Restaurante Mateos y probar los mejores torreznos que comerás en tu vida.
Espero que esta pequeña guía de mi viaje por Salamanca te haya gustado y te pueda servir de ayuda si algún día decides viajar a esta fantástica región de España.
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10 comentarios en «De viaje por Salamanca»
Muy buen reportaje de ese viaje a Salamanca, que bien planificado, que fácil lo haces y que fantásticos resultados, conque poco cuanto aportas.
Qué difícil es hacer fotos con la familia y de vacaciones, tienes mucha suerte, saben valorar tu trabajo. ¡¡ENHORABUENA!!
Muchas gracias por tu comentario. La verdad es que cuando las cosas las haces con alegría, suelen salir bien…😄
Asombrado por estas maravillosas fotografías. Son el reflejo de ese saber hacer que tienes. Enhorabuena!!
Muchas gracias Juan!!! se hace lo que se puede…
Que envidia me das!!!! Felicidades por este post, es genial!!!!
Muchas gracias Jesús!!! Me alegra que te guste…
Fenomenal Jorge. Me encanta la sencillez con que haces todo y el espíritu fotográfico que pones a todo lo que te propones. La planificación perfecta y el estar ahí (en el río, en el puente, etc…) en el momento adecuado,
Tienes una gran suerte: tu familia, que te acompaña y disfruta tanto como tu.
Cuando disfrutas haciendo las cosas, todo sale mucho mejor. También soy de los que pienso que si las cosas se pueden hacer fácil, los resultados serán más satisfactorios. A veces nos complicamos tanto que nos cansamos antes de llegar al resultado.
Un magnífico y espectacular reportaje.
Saludos.
Muchas gracias Jose Maria. Saludos,